He experimentado cansancio en los últimos días y definitivamente lo asocio a una carga de trabajo intensa, de aprendizaje permanente y de pruebas de procesos que serán importantes en un mejor funcionamiento de la oferta que seguimos definiendo. Largas jornadas que no saben de horarios se sienten porque además, independiente de los profesionales que me acompañan, por cierto muy buenos cada uno en su área, estoy más bien solo en lo que a “gestión” respecta. ¿Y por qué lo planteo? Básicamente porque me declaro emprendedor y la experiencia me dice qué hay una gran cantidad de emprendedores que comienzan sus proyectos completamente solos y esa no es una situación ideal para comenzar un emprendimiento.
Es cierto qué hay casos de éxito en el que un solo individuo ha llevado a cabo un emprendimiento, es cierto que nos cuesta compartir una idea con alguien más, es cierto que nuestro egoísmo intrínseco a la condición humana es el gran culpable de que más emprendedores no lleven sus proyectos a una escala superior.
Un “emprendedor” es una persona lo suficientemente “desquiciada” para cambiar su estructura de ingresos de la comodidad de un trabajo remunerado a la incertidumbre de un emprendimiento, una persona que sacrifica sus horas de ocio por largas jornadas de trabajo, una persona que cree ciegamente en lo que lleva a cabo aun cuando nadie más lo haga, una persona que está dispuesta a invertir todo lo que tiene para ver su idea aplicada, una persona que va hacia adelante contra viento y marea, una persona que comete errores y tiene la capacidad de reconocerlos. Un emprendedor es un ganador aún cuando no haya ganado nada… todavía.
Como ven, el camino a mi parecer es muy pedregoso como para enfrentarlo solo y lo mejor es buscar un partner adecuado que acompañe lo que siempre en un comienzo parece una locura. Alguien que nos apoye en conocimiento, gestión, ideas, operación y la consecución de recursos financieros para que el emprendimiento sea exitoso… además, y no menos importante, alguien con quien sobrellevar la presión que significa enfrentarse a los problemas propios de un negocio que está en su etapa inicial.