La felicidad está a un paso

Tal como les comenté en la entrada anterior, he descubierto que la felicidad está al alcance de la mano y depende de cada uno. Hace un par de años escribí en la descripción de mi WhatSapp algo que está hasta el día de hoy y dice «LA DECISIÓN DE SER FELIZ ES PERSONAL, AL FINAL ES UNA CUESTIÓN DE ACTITUD». Lo importante es que más que considerarla una buena cita personal es el sentido que tiene en mi, casi como un presagio de cómo estoy viviendo la vida.

Fueron años de «malas pulgas», pesimismo, de mirar el vaso medio vacío, de entorpecer mi crecimiento, pero por sobre todas las cosas de afectar con esta actitud a todo mi entorno. Y esto es lo más importante, porque tu eres dueño de ser y hacer lo que quieras, pero desde el minuto en que tu actitud afecta de forma negativa a tu entorno, entonces solo estás restando.

Esto no se trata de andar de «payaso» haciendo reír a quien quiera escucharte o verte, aunque también pareciera válido. Sin ir más lejos, hace unos días murió repentinamente un compañero del Club de fútbol al que pertenezco, era el «bufón» del grupo (en el buen sentido) y todos lo hemos estado recordando por la alegría que irradiaba con sus «tallas» a flor de labio. Pero no se trata de eso la felicidad, sino que de cuál es la actitud que tomarías frente a las diversas situaciones que la vida te propone. Como dice Leo Piccioli, se trata de tomar la elección de ser víctima o protagonista…

Algo de mis hábitos

¿Qué tal? Es viernes y me encanta. Escribo esto a raíz de un twitt que hice recién. Claro, porque no es que me guste el viernes para descansar todo un fin de semana, por el contrario, es porque tengo tiempo libre para dedicar a formarme en marketing digital, entre otros temas que me apasionan y por cierto hacer deporte. Más aún, lo hago con gusto porque entre medio revolotea mi familia como casa de locos donde cada cual hace lo que quiere. Y claro que también hacemos cosas todos juntos, casi ni me doy cuenta cómo pasa el fin de semana cuando ya estoy viendo las noticias los domingos por la noche.

Como muchos saben, troto al menos 5 km casi todos los días, juego fútbol al menos una vez por semana y es algo que repetiré hasta que pueda. Lo que no saben es que cada vez que troto, esos 5K o 7, incluso 10K, se traducen en media hora, 45 minutos o una hora, en la que siempre estoy escuchando algo (no concibo el trote sin audio en mis oídos), algunas veces música y muchas otras podcast de marketing digital, emprendimiento o auto ayuda. Si, es cierto, parece que soy un poco subnormal pero es algo que me gusta hacer, ambas cosas, trotar y escuchar audios. Increíblemente me pasa que si veo a alguien trotando en la calle me da una envidia insoportable. Es más, si va con audífonos me pregunto inmediatamente qué irá escuchan él o ella. Parece que todo lo que describo antes es una pelutedez, una intimidad media enfermiza que quiero compartir, no obstante tremendamente productiva y créeme cuando te digo que de allí salen un montón de ideas que practico a diario en mi negocio y algunas veces en el de mis clientes. De hecho, solo de estas actividades he ideado una metodología de trabajo para mi empresa que me parece revolucionaria y que en este preciso momento estoy probando.

Estoy tan consciente de que el conocimiento me traerá resultados, que creo por ello me esfuerzo aún más para lograr entender el funcionamiento de los procesos. Lo que si soy y lo aprovecho, es la disciplina. Si, soy disciplinado, pero de esos «camello»,  que no pueden pasarse ni un gramo de lo que dice la receta o ni un solo segundo de los tiempos especificados, creo que eso me ha ayudado a conseguir algunos objetivos en la vida, aun cuando estoy convencido de que tengo un mundo por delante para descubrir y conquistar.

En otro post les hablaré de como he ido descubriendo que vivir pequeños pero continuos momentos de felicidad, está enriqueciendo mi mundo.

Los medios tradicionales cuentan mejor las historias

El mundo digital ha ingresado con fuerza en nuestras vidas, ¡qué duda cabe!, inundando todas las áreas de nuestro proceso productivo a través de lo que se denomina “La Transformación Digital”, que no es ni más ni menos que el uso de la tecnología para mejorar la eficiencia de los procesos a lo largo de toda la cadena de valor de una empresa. Y por cierto que esta transformación ha llegado también al área de Marketing y Ventas a través de las diferentes plataformas disponibles para conectarnos con nuestro público objetivo, tales como, páginas Web, redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter, LinkedIn y principalmente YouTube), email marketing, aplicaciones (WhatsApp, Telegram, Messenger, entre otras), Webinars, etc.

Una gran cantidad de posibilidades que han marcado un importante ajuste en el mundo de los medios de comunicación tradicionales (televisión, impresos y radios), y hoy ya hemos visto la caída de varios gigantes dado que sus modelos de negocios arrastran una pesada estructura de costos y, por tanto, el valor de sus servicios necesariamente está por sobre las diferentes alternativas que el Marketing Digital está ofreciendo. Es así como los medios, tipo televisión, han experimentado pérdidas millonarias, por ejemplo, TVN tuvo pérdidas por 11.950 millones de pesos en el año 2018 por disminución de contratos publicitarios, los medios escritos (diarios y revistas) están cerrando sus puertas tal y como lo hizo Televisa con sus revistas Muy Interesante, Caras, Cosmopolitan, Condorito, Vanidades, entre otras, dado que no fueron capaces de adaptar sus modelos de negocios a los nuevos tiempos digitales. Incluso las radios han visto disminuidos sus ingresos porque los clientes prefieren medios digitales, “con mayores alcances a un menor valor”. Pero no se engañen porque no todo está perdido para los medios tradicionales y, según mi criterio, lo que está sucediendo es un ajuste de mercado necesario en el que probablemente algunos protagonistas tengan que salir y otros tiendan a fortalecer su posición, incorporando obviamente las tendencias digitales a sus procesos productivos que les permitan disminuir esa estructura de costos y mejorar la calidad de sus contenidos, en todo sentido, para competir en un mercado que está sufriendo la mayor revolución de su historia.

Y es en este contexto que las empresas, en particular medianas y pequeñas, están cometiendo algunos errores importantes a la hora de redefinir este esquema de Marketing Estratégico, volcando la totalidad de los recursos en plataformas digitales. Es cierto que los alcances de las campañas digitales son efectivos en la medida que las herramientas disponibles se utilicen de forma correcta y que son tremendamente eficientes cuando estamos hablando de un público objetivo ubicado geográficamente en amplias zonas del territorio nacional, incluso internacional. ¿Pero qué pasa cuando tu público objetivo está ubicado geográficamente en zonas limitadas como una ciudad específica o región particular, donde los alcances de las estrategias digitales disminuyen drásticamente? Es aquí donde los medios tradicionales y locales tienen una gran oportunidad para mejorar su posición en el mercado, porque nadie como ellos podrán distribuir los contenidos llegando con mayor fuerza a personas, dado el posicionamiento de marca que poseen en los lugares donde operan, con una estructura de costos reducida en comparación a medios nacionales e internacionales. En general, los medios tradicionales y locales están formalizados y validados como tal, entregando un elemento diferenciador que los medios digitales no poseen. Por otro lado, los medios tradicionales tienen otra ventaja importante frente a los medios digitales y tiene que ver en el “cómo se comunican los contenidos”, creados por profesionales de las comunicaciones con una visión estratégica, mucho más importante de lo que se aprecia. Porque la manera de comunicar, de crear historias para contar, para llegar a las personas, es lo más preciado que los medios tradicionales pueden cultivar.