Comenzar un emprendimiento no es cosa de llegar y hacerlo, no señores. Muchas veces los “NO” considerados son los que finalmente tiran por tierra el negocio y con ello me refiero a todos aquellos trámites administrativos que debemos realizar para echar a andar una actividad, muchos de los cuales son imprescindibles y definitivamente un lastre si no les das la importancia que necesita en el tiempo que lo requiera.
Olvidé las veces en las que me he encontrado con clientes que andan tras asesorías de marketing para su emprendimiento porque aparentemente el negocio está listo para dar inicio a su actividad, sin embargo, lo han visto retrasado por un “maldito” permiso (según sus propias palabras) u otros documentos que olvidaron o no sabían debían tener y que su trámite tarda meses. Meses!!! Una eternidad para aquel que tiene todas sus fichas puestas en comenzar lo antes posible, pero que por lo NO considerado, imposible hacerlo. En una gran mayoría de casos , este problema o los hace fracasar o los deja suficientemente dañado como para retrasar la escalada del proyecto.
Los trámites administrativos son necesarios e indispensable muchas veces para poner en marcha un negocio y como generalmente no hay quien más los realice, debemos hacerlos personalmente. Entonces vale la pena considerarlo dentro del proyecto, ¿no es verdad?. Es que es normal que la concentración esté fijada en aquello que genera valor, el producto o servicio, el proceso productivo, el marketing, los insumos, los recursos, etc. Si te fijas los trámites administrativos quedan siempre para el final y eso definitivamente es algo que te va a afectar.
Tengo un cliente que decidió contratar en febrero porque a comienzos de marzo partiría con su emprendimiento. Él compró publicidad en NOS Magazine y por mi parte prestamos el servicio como lo hacemos siempre y además con muy buenos resultados, estaban todos felices porque comenzarían con el pie derecho. Cuál fue mi sorpresa cuando en junio (4 mese después de lo previsto) conversé con él y me cuenta que por una traba en el servicio de salud aún no podía ni siquiera hacer la marcha blanca del proyecto, estaba reventado y todo por un “maldito” papel. Culpó al gobierno, a la burocracia estatal, a medio mundo, pero jamás reconoció el grave error de no prever el famoso permiso.
Entonces, la sugerencia para toda persona que pretende comenzar un emprendimiento es investigar en todas sus fases desde un análisis interno de la industria en la que se desarrollará (Cadena de Valor), pasando por un análisis del micro entorno (proveedores, clientes, sustitutos, competidores e intensidad de la rivalidad) y finalmente un análisis del macro entorno (político, social cultural, económico, legal – para el caso en cuestión más arriba – y tecnológico), para recién allí evaluar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas… Entiendo que por mi profesión tengo cancha en esto, pero créanme que es lo básico que debemos hacer para emprender, porque de lo contrario es jugar con la suerte, y la suerte para mi no existe.
Buenas noches…